Contxto – No hace mucho me estaba quejando escribiendo sobre cómo la burocracia y Covid-19 frenaron el proceso de concesión de licencias para fintechs en México. Y ya hay novedades. Si son buenas o malas noticias para las fintechs está por verse.
Esta semana, la Comisión Nacional Bancaria de Valores (CNBV) anunció que se está reestructurando. Teoréticamente hará más efectiva la forma en que monitorea a las fintechs.
Pronto se revelarán estas reestructuraciones en una serie de regulaciones nuevas.
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Según fuentes de El Economista, el órgano supervisor de fintechs tendrá más direcciones generales que su estructura actual.
Asimismo, se establecerá un Comité Interinstitucional. Tendrá representantes del Banco Central, Hacienda y la CNBV para validar solicitantes que quieran operar bajo el marco de la ley fintech del país.
CNBV: ¿menos presupuesto más problemas?
Ojalá todos estos cambios hagan que la organización sea más efectiva, pero igualmente diligente y eficiente en la regulación de las fintechs.
Lo digo porque la CNBV ha estado corta de personal desde finales del 2018. No porque hubo renuncias, sino por recortes presupuestarios del gobierno de México.
El problema es que, con menos personal experimentado en la CNBV, algunos expertos están preocupados de que eso provoque omisiones.
“La CNBV perdió mucho talento y capacidad de supervisión”, dice Enrique Díaz, un analista financiero del Centro de Estudios Espinosa Yglesias.
“Probablemente terminemos con algunos bancos en problemas que la autoridad no tiene la capacidad de detectar a tiempo”.
Estos pueden ser problemas relacionados con el fraude, el lavado de dinero, etc.
Banco Famsa se declaró en bancarrota y se especula que la CNBV no hizo lo suficiente para sancionar a la institución financiera cuando comenzó a otorgar préstamos que sobrepasaban el marco legal.
¿Qué significa esto para las fintechs y los usuarios?
Prueba y error para las fintechs en México
Siendo la optimista que soy, me gustaría pensar que la primera experiencia de la CNBV de evaluar a los solicitantes para operar dentro de la Ley Fintech proporcionó lecciones valiosas tanto para ella como para las fintechs mismas.
Idealmente, estas experiencias deberían traducirse en un proceso de revisión más eficiente en el futuro. Además también debería perfeccionar la capacidad de la CNBV de supervisar a aquellos que reciben el sello de aprobación. Aunque tenga menos dinero para hacerlo.
Además, con suerte, su potencial papel en la bancarrota del Banco Famsa servirá como una llamada de atención para ser más cuidadosos.
Ya sé, ya sé… incluso yo no estoy convencida del todo.
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-ML
Traducido por Alejandra Rodríguez
