Contxto – A menudo se dice que las crisis sacan lo mejor y lo peor de las personas. Yo prefiero pensar que más bien resaltan las fortalezas y debilidades de nuestras sociedades. Y para resolver problemas colectivos, la gente tiende a reaccionar al unísono, como lo están haciendo hoy durante una huelga los trabajadores en la industria de entregas de América Latina.
Esta acción industrial se extiende a lo largo y ancho atravesando fronteras y plataformas. Ciudades en Perú, Chile, Argentina, Costa Rica, Ecuador, México y más se inundarán de repartidores, solo que esta vez no estarán entregando pedidos, sino protestando.
Apps de entregas reconocidas se verán afectadas, entre ellas: Glovo, Rappi, PedidosYa, UberEats, SinDelantal, la lista continúa…
Siempre han existido negociaciones entre dueños y empleados en lo que es un sector de la gig economy con márgenes reducidos. Pero, la pandemia de coronavirus de verdad puso en un marcado contraste a las tensiones, ahora que los repartidores le dan de comer a un mundo en cuarentena:
Las empresas nos tildan de superhéroes, pero somos superexplotados
Lo que exigen los repartidores
Los trabajadores de la industria de las entregas en Latinoamérica quieren demostrar cuán importantes son al ausentarse el día de hoy. Sus demandas las están poniendo en el contexto de la pandemia y buscan recibir remuneraciones por los sacrificios que están haciendo al ponerse en riesgo de contraer el virus.
Esto es lo que piden:
- Salario mínimo
- Equipo sanitario adecuado para las largas jornadas laborales
- Prestaciones como pensión y atención médica
- Que se terminen los despidos repentinos y sin explicación por desconexión sumaria
- Términos y condiciones consistentes para los trabajadores
Fortaleza en los números
Hoy en día la movilidad y la movilización activista están cada vez más vinculadas, ya que el sector se ha convertido involuntariamente en una pieza fundamental para las políticas gubernamentales que buscan mantener a la gente en su casa.
La semana pasada, Contxto informó sobre la imponente alianza entre las apps de movilidad y de entregas de última milla en Colombia. Esta acción colectiva fue de parte de los dueños para pedirles al gobierno y al país que les permitan hacer su trabajo sin asfixiarlos con regulaciones rígidas.
Incluso los repartidores se han manifestado, pero a menor escala. De hecho, de manera más aislada, América Latina tuvo huelgas similares el 22 de abril y el 8 de mayo de este año, pero a una escala mucho menor.
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Sin embargo, será difícil conciliar las demandas de las partes. La inestabilidad macroeconómica global pone a las necesidades de obtener mayores beneficios de los trabajadores en desacuerdo con la necesidad de las empresas de reducir costos y cubrir déficits.
Sin embargo, la misma naturaleza internacional podría estar configurando la escala de las próximas negociaciones.
La economía está globalizada, enfrentarse al mundo entero es una tarea complicada, pero enfocarse en una ciudad o país no es suficiente. Parece que el enfoque regional es la opción correcta.
Startups de estándares más altos
Aunque las negociaciones serán difíciles, es imperativo que las startups y sus equipos de trabajo lleguen a un acuerdo.
No solo es una obligación moral, sino la razón de ser del ecosistema. El momento ha llegado para que las acciones de los capitalistas de riesgo (VC), fundadores e innovadores vayan acorde a sus altos ideales en estos tiempos difíciles.
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De hecho, vivir a la altura de los estándares podría ser la forma de sobrevivir esta época. Las prácticas explotadoras en una economía en crisis son tan insostenibles como tirar desechos inflamables a los mares y rios. Eventualmente arderán en llamas.
Por hoy hay huelga y después el balón estará en la cancha de las apps. Veamos cómo se desenvuelve el partido.
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-AG
Traducido por Alejandra Rodríguez
